lunes, 17 de septiembre de 2018

El recorrido de un arroyo...




[...] Mi corriente vertiginosa acarició los tallos erguidos.

Dejó en su corteza la huella verde de mi paso,
cuando alguna vez fui grande.

Mi recorrido no fue efímero,
mi huella aún está viva.

Pronto, mi corazón de lluvia, 
seguirá el compás de la música del bosque [...]

(Fragmento del capitulo III. La Ruta de la Miel. Del libro El navegante y la pescador. Viajes, imágenes y sueños transcritos a través de una pluma).




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