sábado, 27 de noviembre de 2021

En libertad


Decidió parar.
Detuvo sus pasos un instante,
se reunió con el fuego del avance de sus pies.
Los enlazó con el agua de una agujeta blanca 
en un acuerdo tácito e irrepetible.

Abrió sus oídos y le murmuró “God”: 

“Sí, todo llegará en la medida que aprendas a soltarte, a ser tú, sin más.”

Fue entonces cuando se desataron sus alas enmudecidas,
recobró la voz,
se elevó y abrió su alma
en absoluta libertad.