...Donde tus besos son elipsis que entierran y transportan
en medio del vacío,
mientras discurre libre el sonido
y, a su vez, late la matriz donde se zambulle el silencio.
Donde todo es independiente
y dependiente de todo.
Donde lo humano y lo divino son lo uno y lo otro.
Vamos a ese lugar donde ocurren los milagros:
chasquidos diarios que percibimos,
a veces, en el aire del fuego,
en el agua del canto.